La comida une a las personas. En una mesa puedes compartir con cualquier persona, aprender de su vida y ser escuchado en algún punto. Las personas que comparten una mesa no siempre son buenos amigos, pero terminan siendo conversaciones increíbles con altas y bajas, con conversaciones llenas de filosofías profundas y sustancias y en otras con temas banales y poco convencionales o divertido. Una mesa de comida es un mundo por sí sola.
Y si de comida importante hablamos, se me ocurren tres cosas que hay en abundancia en mi mundo y que siempre son una buena opción para esas tardes de risas, historias y consejos. Mis tres opciones siempre serán: la pizza, los chuchitos y las tostadas.
Nunca se puede rechazar un trozo de pizza. Jamás. No he encontrado aún ningún mortal que pueda rechazar un trozo de pizza. Tiene esa facilidad de tomarse con las manos y si algún ingrediente no te gusta puedes quitarlo con los dedos y pasarlo a otra persona que con gusto lo tomará.
Los chuchitos no son un plato fuerte. Tampoco funcionan como entrada todo el tiempo. No son tamales ni tampoco postres. Esas bolitas de masa rellenas con salsa de tomate y pollo envueltas en hojas de maíz y cubiertas con más salsa de tomate con queso parmesano no tienen comparación. Todo mundo se divierte comiendo un chuchito.
Y por último las tostadas. La refacción preferida de todo cumpleañero. La comida versátil por excelencia: una tortilla ultra frita en donde puedes colocar cualquier comida que se te ocurra: frijoles colados, salsa de carne, espagueti, curtido, guacamole, etc, etc.
¿Acaso no dan ganas de uno?
Y si de comida importante hablamos, se me ocurren tres cosas que hay en abundancia en mi mundo y que siempre son una buena opción para esas tardes de risas, historias y consejos. Mis tres opciones siempre serán: la pizza, los chuchitos y las tostadas.
Nunca se puede rechazar un trozo de pizza. Jamás. No he encontrado aún ningún mortal que pueda rechazar un trozo de pizza. Tiene esa facilidad de tomarse con las manos y si algún ingrediente no te gusta puedes quitarlo con los dedos y pasarlo a otra persona que con gusto lo tomará.
Los chuchitos no son un plato fuerte. Tampoco funcionan como entrada todo el tiempo. No son tamales ni tampoco postres. Esas bolitas de masa rellenas con salsa de tomate y pollo envueltas en hojas de maíz y cubiertas con más salsa de tomate con queso parmesano no tienen comparación. Todo mundo se divierte comiendo un chuchito.
Y por último las tostadas. La refacción preferida de todo cumpleañero. La comida versátil por excelencia: una tortilla ultra frita en donde puedes colocar cualquier comida que se te ocurra: frijoles colados, salsa de carne, espagueti, curtido, guacamole, etc, etc.
¿Acaso no dan ganas de uno?
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