Un hombre no puede permanecer buscando su identidad el resto de su vida. Un hombre recibirá su verdadero nombre cuando complete su caminata, esto puede durar días, semanas, meses o años... pero jamás toda una vida. En el momento en que el hombre reconoce su verdadera naturaleza, recibe su nuevo nombre y su fortaleza se hace presente. En ese momento puede regresar a la villa a rescatar a su princesa.
Tener la confianza de que lo que hago es lo que me apasiona es lo que me hace ser hombre. Hasta el punto en que todos los hombres entiendan este punto, jamás podrán regresar. Si el llamado de las montañas es mi pasión, debo hacerlo, no para probar que tengo lo necesario, sino porque es un reto para mi verdadera naturaleza salvaje. Si me apasiona pintar, no puedo ocultar la necesidad de crear piezas de arte más creativas cada día. Si mi verdadera pasión es escribir, debo escribir todos los días, porque esa es mi verdadera naturaleza. Allí está mi fortaleza. Allí es donde recibiré los mayores ataques y lo que todos intentarán destruir: mi pasión, mi sueño, mi deseo.
Regresar con la ropa sucia, la barba crecida, unos cuantos rasguños más y la fortaleza de haber conseguido superar el primer obstáculo de una vida que de ahora en adelante será una guerra continua con la parte interior que no quiere correr riesgo, el traidor. Ahora que conoce su verdadera naturaleza, debe estar listo para la siguiente batalla y en el camino, habrá una belleza que rescatar.
Fuente de la serie: Wild at Heart by John Eldredge
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