Todo buen fanático de los comics sabe que la Kriptonita es el único material capaz de matar a Superman. Él puede destruir puentes, volar a la velocidad del sonido, quemar cosas con su mirada y ver la ropa interior de Louis Lane. Pero pon frente a sus narices un cofre de plomo con dos tubos del material extraterrestre y tendrás al hombre de acero tirado en el suelo con un ataque al corazón.
¿Alguna vez han notado nuestros superpoderes se desvanecen cuando están frente a alguien que les gusta? A eso le llamaremos hoy: la kriptonita.
No sé cómo ocurre en las mujeres, pero en los hombres ya he detectado los síntomas. Un hombre cualquiera es capaz de hacer cosas increíbles: construir puentes, correr coches, escribir canciones emblemáticas o saltar desde un auto en movimiento. Pon frente a él a una mujer hermosa y se comportará como un tonto, perderá su genialidad y su seguridad se viene a pique ¿Por qué? Por una mujer hermosa.
Esa es la reacción que causa una mujer hermosa en un hombre cualquiera. Lo derriba. Algunos autores denominan a este fenómeno "cautivar" y menos habría de estar de acuerdo cuando lo único que puedes ver en una mujer es su belleza y entonces, eres historia.
Tristemente para Superman, la única forma de ayudarlo es alejándolo del material verde. Pero un hombre no debe hacer eso, al contrario, debe acercarse más. Incluso salir herido y sangrar si lo resiste. Poco a poco el efecto "kriptonita" desaparece en la mujer y es entonces cuando el hombre ya será inmune a eso.
Me gustaría saber cómo ocurre este fenómeno en ellas. He de aprenderlo de alguna forma o moriré en el intento.
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Por cierto, a nosotras nos pasa lo mismo.
Un saludo coleguita