La película romántica por excelencia de la generación nacida en la década de los años 80 y la única que las chicas de nuestra generación podrían ver dos o tres veces sin aburrirse ni un segundo (a pesar de que es relativamente larga).
Nunca nadie ha logrado un éxito comercial-romántico como este. Incluso la clásica "Lo que el viento se llevo" aplaude la astucia del señor Cameron de poner en un contexto muy trágico, una historia de amor de lo más clásica: el chico pobre que se enamora de la chica de familia adinerada y de fondo, un viaje en uno de los barcos más grandes jamás creados que en un momento crucial, se ve en el naufragio conocido más lamentable de la historia
Aquellos hombres que tilden esta película de "cursi" se equivocan. Es cierto que tiene imágenes caché, como la famosa escena de "soy la reina del mundo", pero esta película no solo es romántica, también tiene su acción, emoción y sobre todo sensualidad. Si. He dicho sensualidad.
Con el riesgo de parecer atrevido, muchas de las chicas reservadas que podríamos conocer, han querido estar en los zapatos de Rose, mejor dicho en su piel ¿Cómo olvidar la sensualidad que Jack logra revelar de Rose con ese magnífico dibujo a carbón del desnudo cuerpo de ella? Quien diga que esta película es para adolescentes, les miente. O ¿cómo olvidar esos vidrios empañados del asiento trasero del vehículo en las bodegas del barco? Quien diga que allí solo se tomaron de las manos, también les miente.
Esta película tiene una gran carga erótica (aunque les duela a las chicas reservadas) y allí tenemos a las chicas, derritiéndose por Jack, queriendo que Leo las dibuje desnudas usando solo un diamante, que las arrincone en un coche, que las rescate de la barandilla del barco o que muera congelado para salvar sus vidas.
Y aquí es donde la película se lleva su mejor momento, cuando el héroe muere. Nadie recuerda los músicos tocando hasta ahogarse, nadie recuerda los trajeados cayendo por las barandillas o siendo golpeados por las aspas del barco, nadie recuerda a los del cuarto de máquinas sofocándose o al Capitán rezando. Todas (y todos) recuerdan a Jack muriendo, efectuando la mayor demostración de amor que un ser humano pueda dar: sacrificar su vida por otro.
Por esta y muchas razones más, "Titanic" (que se reestrenará en 3D para financiar las próximas secuelas de Avatar) es sin lugar a dudas la película romántica por excelencia.
Y quien diga que Titanic es una película para todo público, les miente.
Nunca nadie ha logrado un éxito comercial-romántico como este. Incluso la clásica "Lo que el viento se llevo" aplaude la astucia del señor Cameron de poner en un contexto muy trágico, una historia de amor de lo más clásica: el chico pobre que se enamora de la chica de familia adinerada y de fondo, un viaje en uno de los barcos más grandes jamás creados que en un momento crucial, se ve en el naufragio conocido más lamentable de la historia
Aquellos hombres que tilden esta película de "cursi" se equivocan. Es cierto que tiene imágenes caché, como la famosa escena de "soy la reina del mundo", pero esta película no solo es romántica, también tiene su acción, emoción y sobre todo sensualidad. Si. He dicho sensualidad.
Con el riesgo de parecer atrevido, muchas de las chicas reservadas que podríamos conocer, han querido estar en los zapatos de Rose, mejor dicho en su piel ¿Cómo olvidar la sensualidad que Jack logra revelar de Rose con ese magnífico dibujo a carbón del desnudo cuerpo de ella? Quien diga que esta película es para adolescentes, les miente. O ¿cómo olvidar esos vidrios empañados del asiento trasero del vehículo en las bodegas del barco? Quien diga que allí solo se tomaron de las manos, también les miente.
Esta película tiene una gran carga erótica (aunque les duela a las chicas reservadas) y allí tenemos a las chicas, derritiéndose por Jack, queriendo que Leo las dibuje desnudas usando solo un diamante, que las arrincone en un coche, que las rescate de la barandilla del barco o que muera congelado para salvar sus vidas.
Y aquí es donde la película se lleva su mejor momento, cuando el héroe muere. Nadie recuerda los músicos tocando hasta ahogarse, nadie recuerda los trajeados cayendo por las barandillas o siendo golpeados por las aspas del barco, nadie recuerda a los del cuarto de máquinas sofocándose o al Capitán rezando. Todas (y todos) recuerdan a Jack muriendo, efectuando la mayor demostración de amor que un ser humano pueda dar: sacrificar su vida por otro.
Por esta y muchas razones más, "Titanic" (que se reestrenará en 3D para financiar las próximas secuelas de Avatar) es sin lugar a dudas la película romántica por excelencia.
Y quien diga que Titanic es una película para todo público, les miente.
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