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(PARENTESIS)

(Abro paréntesis...


Hace unos segundos vi una publicación que hizo "excitar" las neuronas en mi minúscula cabeza. El tema relacionado a algo que casi nunca discuto, algo que es muy personal, pero de vez en cuando alguien logra dar un comentario acertado y pues, ni lento ni perezoso, tengo que aportar mi opinión al respecto.

Nunca he ocultado mi creencia por Dios y por todo lo que se desprende de la fe cristiana. En mi cultura, a nuestro grupo se les llama "los evangélicos". Para cuestiones prácticas diré que sí, soy evangélico.

Siempre inicia un intercambio de comentarios sobre este tipo de tema. Se genera mucha controversia y tensión al tratar estos temas. Pero hoy no vengo a hablar sobre la religión, ni tampoco vengo a decir lo que ya todos saben. He decidido escribir esto para dar mi opinión sobre la religión.

La verdad es absoluta, quien cree conocer la verdad, siempre intentará convencer a los de su entorno que ellos están equivocados. Del otro extremo, quienes son persuadidos a creer en otra verdad, topan sus conocimientos previos con la nueva filosofía que se les muestra y ocurren varias situaciones: algunos se ríen, otros son convencidos, algunos lo ignoran y otros lo atacan.

Siempre hemos estado en alguna de estas posturas. No es incorrecto, es nuestra naturaleza. Lo cierto es que las religiones y creencias, siempre tienen su opuesto: los que se autodenominan ateos, que no podrían faltar, así como los contribuyentes son opuestos de los delincuentes.

El choque siempre se produce al tratar de convencer al otro de que su vida está mal, si no se cree en lo que le están diciendo. Esto no es verdad. Ocurre de manera similar, al decir que la creencia se basa en las enseñanzas de los líderes religiosos o fundadores de la religión. Esto tampoco es verdad.

La verdad es que ninguno tienen la razón. En el caso de mi creencia, les contaré cuales son mis fundamentos:

Para empezar, nuestra creencia no se basa en enseñanzas, porque no es una religión filosófica. Nuestra creencia se basa en un hecho histórico, que marca la resurrección de Cristo. Si se basará solamente en las enseñanzas seria como el budismo, incluso Buda enseñó muchas de las cosas que Jesús enseñó.

En segundo lugar, no se centra en lo que Dios hace por mí, sino en lo que Dios desea de mí. Cuanto puedo mejorar, cuanto debo mejorar, lo que debo hacer por las demás personas y lo principal no es convertir, es enseñar y compartir conocimiento.

Por último, esta creencia tampoco se basa en las buenas obras. Sí se basará en las buenas obras, yo sería el primero en irme al infierno. Pero no es por obras, es por lo que se cree.

Por eso es que siempre existe el choque, porque muchos piensan que se "necesita" hacer algo para llegar a Dios. Creen que se "necesita" cambiar. Recurren rápidamente a excusas como: ya no podré salir a bailar, ya no podré escuchar rock, ya no podré tener videojuegos, ya no podré ir al cine, etc, etc, etc.

Para llegar a Dios no se necesita hacer nada, solo se debe desear. Simple. Sin trucos, sin penitencias, sin sacrificios, solo el interés de querer saber quien es él. Y en cuanto se llega a conocerle, pues cada quien con Dios.

Y en esto es donde millones de personas caen en un error comunitario, creyentes y no creyentes. Y aquí es donde viene mi problema. Mi problema no son quienes no creen, mi problemas es contra los que dicen creer y con sus actitudes destruyen siglos de trabajo de cientos de hombres que murieron por defender la causa. A esta gente les llamo "cristianoides" semi-humanos, que su único fin, es destruir el trabajo que a muchos les ha costado. Para explicarlos un poco más, lo compararé con alguien que dice apreciar el rock y tiene canciones de reggeaton en su celular.

Mi deber no es obligarlos, es solo contarles.

... cierro paréntesis).

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