¿Quien dice que solo la opinión pública vale? Pues yo les digo que no. Hay muchas personas a las que no les gustará como te ves, como te vistes, como hablas, como piensas, pero no solo ellos tienen la razón. No se puede negar el hecho de que somos influidos consciente e inconscientemente en nuestro estado, por el estado de las personas a nuestro alrededor, pero este es otro tema. Hoy hablo sobre la imagen que tenemos sobre nosotros mismos. La cultura y el pensamiento colectivo nos dicta ciertas reglas para parecer normales. Estas mismas reglas sociales, permiten la división de clases y grupos que por lo general terminan en un antagonismo que nos hace desear ser del grupo contrario adulterando nuestros principios. Ricos y pobres; altos y bajos; gordos y delgados; divertidos y aburridos; deportistas e intelectuales; nerds y populares; feos y bonitos. Todas las divisiones son parte del sistema. Pero hay una solución: nosotros no somos lo que el sistema dice. El sistema puede decir que por...
No andaba muerto... solo disfrutando de la vida.