¿Que sería de la vida sin esos sonidos brillantemente acomodados que nos acompañan cuando caminamos, cuando viajamos en bus, cuando viajamos en automóvil, cuando descansamos un fin de semana?
La música es una expresión del alma tan sincera y tan íntima que la industria y los ambiciosos productores han mermado con tal de nadar entre billetes verde-grisáceos. La música refleja el interior del alma y habla con nuestra mente para contarnos historias que difícilmente entenderíamos solo leyendo.
Los músicos somos amigos. Conversamos con nuestras letras y nuestros sonidos. Somos libres. Sabemos amar, apreciar, tolerar y entender a los demás. Y tengo unos amigos del otro lado del charco. Con cariño les llamo por su nombre: Chris, Jonny, Guy y Will. Viven en Londres y cada vez que pueden, me recuerdan lo bueno que es la vida y lo bien que se vive acompañado de los sonidos.
Señoras y señores: Coldplay.
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