Ir al contenido principal

SIN PAPELES I


¿Alguna vez se han preguntado cual es la razón de tanto problema en su familia o en su vida? Pues yo tengo la respuesta: los papeles de la gente. La gente, por alguna razón, asume un papel en el mundo como si se tratase de una película en donde debe seguirse un guión o un programa.

Estos papeles a los que me refiero es el rol o lugar que una persona ocupa en un grupo de gente. Por ejemplo: un padre asume el papel de proveedor; una madre se convierte en la figura de amor; los hermanos, los compañeros de juerga y un largo etcétera.

Y esta es la razón porqué la gente tiene tanto problema en su vida: se siente obligada a asumir un papel. Lo más triste del caso es que nadie tiene la obligación de asumir ningún rol en el teatro de la vida. Cada quién decide asumir un papel o aspira a tener uno que sea aceptable ante la sociedad o ante su grupo de personas o familia, pero este no es impuesto por nadie sino por uno mismo.

Aún más complicado es el ver a alguien que no puede asumir su papel (aunque lo desee con todas sus fuerzas) por mas que lo intente. De allí es que vemos tanta tensión en el mundo: padres que quieren que sus hijos sean ejemplares; hijos que desean obtener todo de sus padres sin sacrificar nada; esposos que exigen amantes leales y esposas que exigen hombres responsables y maduros.

La pregunta clave acá es ¿dónde quedó el amor?

El amor no es una cuestión de asumir papeles. No amas a alguien por obligación. No se puede amar si exiges todo el tiempo. Si te sobre-exiges, no te estas amando a ti mismo. Si exiges algo de alguien, no le amas, solo intentas controlarle. El amor no es obligado, ni controlado, ni presionado.

El amor es una cuestión más de respeto y sumisión.

Este concepto choca contra todo lo que el mundo dicta. El amor implica que debes someterte a quien amas como si fuera superior a ti mismo, aunque no lo sea. Los papeles fracturan las relaciones creando expectativas que difícilmente pueden llenarse. De aquí es que hayan tantas parejas exigiendo algo de la otra persona que acaba destruyendo una relación de cualquier tipo.

Para amar realmente a alguien debes someterte a esta persona, hacerla superior a ti mismo. Y para que la ecuación se complete, la otra persona debe hacer lo mismo. Solo así se consiguen relaciones fructíferas, duraderas, sin falsas expectativas e incondicionales.

(continuará...)

Comentarios

Asynjur dijo…
Someter es mala palabra para una relación amorosa.
Lo que debe de haber es generosidad y aceptar el regalo que esa persona quiera compartir su tiempo contigo.
Lo malo bien cuando la otra persona no te acepta tal y como te conocio, sino que ve un potencial muchas veces es engañoso, y trata de moldelarte a su gusto.
davidmoralescax dijo…
Precisamente este era el punto con el que quería choca: que sea una mala palabra.

El someter no implica que yo "ordene" a alguien, implica que yo renuncio a muchos de mis derechos esperando que la otra persona haga lo mismo.

El amor es de una sola vía, hacía los demás.

Entradas más populares de este blog

Desventurada compu!!!!

Hola amigos!!! Sé estan esperando alguna noticia de como va mi busqueda. Pues lo que puedo decir es que ya tengo mi primer propuesta. No esta mal ¿verdad? Si no fuera por mi desventurado equipo, creo que hubiera subido otro video. Pero por lo pronto, espero que tengan paciencia... porque algo aparecera pronto. Atte. David

STEVE ROGERS: EL FLACO

Si. Hablo del Capitán América. Pero no precisamente del superhéroe llevado a la pantalla durante este año, sino del enclenque, flacucho y enfermo personaje que era antes de convertirse en el famoso personaje. Este chico se llamaba Steve Rogers. Steve Rogers (según la película de este año) era un chico delgado, pequeño y sin mucha condición física. En otras palabras diría que soy yo, salvo que no soy rubio y mucho menos seré soldado. Es el ejemplo perfecto de lo que las mujeres NO BUSCAN. Un chico pequeño y algo tímido, con un amigo que intenta conseguirle una pareja, pero en su afán de ser reconocido siempre las ignora persiguiendo su sueño de ser soldado. Su solicitud es rechazada en cuatro ocasiones y todo mundo le dice lo mismo: No serás soldado. Nadie parece valorar su actitud excepto un desconocido que resulta ser un científico alemán. Luego se convierte en un super soldado. Lo interesante del asunto, es que una agente lo reconoce por quién es y no por cómo se ve. Podemos

YOYO

¿Recuerdan a los Quienes? ¿Esas extrañas criaturas regordetas, con extrañas vestimentas que parecen pieles de alpaca y maxilares superiores enormes y diminutas narices que parecen cerezas? Siguiendo la comparación entre los personajes de la película ganadora del Oscar a la mejor animación de ese año, Horton me sigue impresionando como la primera vez (pero no como Adam Sandler en "50 first date"). Pues bien, hace unos días una gran amiga hizo una comparación entre uno de estos personajes y yo. Se trata sobre el incomprendido YOYO. No ocultaré mi desdén por la apariencia de este personaje. Al igual que uno de mis instructores en materia de comunicación (antiemo) no me suena mucho la idea de lucir externamente como uno de estos volátiles adolescentes. La historia comienza por un suéter de líneas grises y negras que tengo, similar a la vestimenta de YOYO. Pero no es eso lo que me gusto de la comparación. Lo fantástico de YOYO es que a pesar de ser el más pequeño en una familia de