Deberíamos de tener claro ya la idea de que no somos perfectos y nunca lo seremos. Por más que nos afanemos por erradicar nuestras malas actitudes, siempre habrá algo que mejorar. Si la vida de alguien está condicionada a que cuando logre corregir o arreglar cierto aspecto de su vida entonces será feliz, se ha condenado a sí mismo a ser infeliz por el resto de su vida, porque siempre habrá algo que mejorar.
Una persona debe aprender a aceptarse a si misma completamente, incluyendo sus defectos.
Aceptarse a sí mismo implica que debemos estar conscientes de que nunca seremos perfectos pero no rechazarnos por eso. Mucha gente se enfoca más en unos cuantos defectos que en la mayoría de sus cualidades. Se consideran así mismos unos "buenos para nada" solo por tener uno o dos errores sin considerar las grandes cualidades que poseen. A este se le conoce comúnmente como baja autoestima.
Cuando las personas no se acepta a si mismas, siempre estarán comparando sus vidas con la de los demás, deseando por ser como tal o cual persona. Esto se convierte en un auto engaño, porque pensamos que los demás son mejores que nosotros cuando en realidad todos somos iguales, todos somos imperfectos.
Por supuesto que aceptarse a uno mismo no quiere decir que abrazaremos nuestros errores y tomaremos la actitud de "así soy... que más da". El aceptarte a ti mismo implica que entiendes que a pesar de que hay cosas buenas en ti, hay cosas que deben ser cambiadas. Es un proceso que Joyce Meyer explica en un frase "estoy bien y estoy en camino".
Esto significa que no por tener malas actitudes, eso detendrá tu camino, sino que tus malas actitudes y errores, harán que mejores en tu vida, te retarán a ser más disciplinado y a tratar de cambiar aquello que te molesta y, tratándose de personas imperfectas, este será un camino de toda la vida.
Lo mejor es luchar contra la falla que tienes hoy con la actitud de ganador, porque mañana seguramente encontrarás otra cosa que cambiar a la que seguramente ganarás y además, debes estar consciente de que no eres el único que esta luchando por esto, hay miles y miles de personas que lo intentan todos los días y no han muerto aún.
Allí es donde esta lo maravilloso de ser imperfecto, porque ser imperfecto te hace humano y, quien es humano, ha nacido para amar y ser amado.
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