Los viernes son peculiares para todo mundo. Significan que algo aburrido termina (el trabajo o la escuela) y algo bonito empieza ya por la noche: el fin de semana.
La gente parece estar más motivada los días viernes. Es como una extraña medicina alternativa que dibuja comportamientos extraños hasta un día antes (jueves) en las personas: sonrisas espontáneas, abrazos, bromas, caricias y un largo numero de cosas positivas en la gente.
¿Acaso tienen los vienes un extraño poder de transformar a los ogros laborales en dulces ángeles del cielo? No lo creo, pero lo que sí creo es que mucha gente desea y anhela dejar un poco el afán diario. Además, me cuento entre estos últimos.
Dentro de mi trabajo, ahora es algo monótono, pero no es la locura. Mi vida queda en pausa entre las 8 AM y las 5 PM. Antes y después de estas 8 horas fuera de casa, mi vida es más emocionante y a continuación, haré mi listado de las cosas más emocionantes que ocurren cada semana fuera de la oficina.
- La lucha entre quien de los 3 hombres en casa logra el mejor baño para la ducha diaria.
- El desayuno diario que varía entre cereales, panqueques y frijolitos con crema y plátanos fritos.
- La aventura de llegar a la oficina para aquellos que usamos el transporte público, todos los días es un desafío correr y alcanzar buenos lugares o no morir atropellado por un vehículo o motocicleta.
- La caminata hasta la oficina, en donde ves algunos rostros conocidos sonrientes y algunas otras desconocidas igual de sonrientes.
- La caminata diaria para salir de la oficina, con los mismos rostros de la mañana pero aún más sonrientes porque ya van a casa.
- Ver y saludar un rostro conocido en cualquier parte de camino a casa.
- Un o una acompañante.
- El hermoso atardecer, con nubes o sin ellas.
- Los payasos que se suben al bus a contar chistes, hacer trucos de magia, vender dulces o convertir globos en figurillas populares.
- La sonrisa de un acompañante que te dice 'hasta luego'.
- Atravesar calles concurridas de vehículos, gente y charcos durante la tarde/noche.
- Atravesar las calles oscuras y desoladas con la mayor rapidez del mundo.
- Encontrar las llaves para entrar a casa.
- La cena diaria.
- La sobremesa diaria.
- El libro que poco a poco se ve adelgazando.
- El recuento de las cosas del día.
- Los ojos soñolientos
- La música que acompaña los sueños.
- Las luces que se apagan.
Espero que vosotros también hagáis una lista de estas y verán como la vida no es tan aburrida como argumentan los ateos y agnósticos.
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