No recuerdo si alguna vez he dicho lo raro que pueden verse las personas. Pero lo importante no es como se ven, sino lo que hacen, especialmente tratándose de artistas. Sea músico, pintor, escultor, bailarín, cantante, escritor, una vez sea artista, deja de ser normal y se agrega al grupo de raros que hacen de la humanidad algo que vale la pena sentir.
La música en especial. Esa combinación de sonidos armónicos que en esas miles de vibraciones que viajan como ondas a nuestros oídos y son convertidas en sensaciones agradables. Como diría la señora que enseñó a tocar el piano a Benjamin Button: "no se trata de lo que haces, sino de lo que sientas al hacerlo".
Quien lo hace con el corazón, dejará esa huella en los sonidos que percibimos. Dicha esta aclaración, dejó acá una de mis canciones favoritas de todos los tiempos.
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