Al haber dedicado un post a mis conocidos señores pilotos, hoy no podía dejar pasar la oportunidad de hablar sobre mis queridas amigas las secretarias. Sé que todos hemos tenido chance de conocer y relacionarnos con alguna de ellas y honestamente, no son lo que parecen, como diría Sam Witwicky "hay más de lo que puedes ver".
Primero lo primero, la función de estas chicas es subestimada muy frecuentemente. Ellas son el rostro de la compañía.
En uno de mis libros preferidos, el autor hacía referencia hacía la historia de una recepcionista que escuchó la conversación entre el presidente de una universidad y un nuevo ejecutivo al que le enseñaba las instalaciones. Ella eso alcanzó a escuchar que tenía una función muy importante, ella le contesta que no lo cree, que lo mas importante que hace en el día es llenar un reporte. El presidente le explica: Cuando un alumno viene primero la ve a usted, si usted no les agrada no vuelven a venir; si no vienen alumnos no habrían ingresos y pronto nos veremos en problemas. Lo ve usted es muy importante.
Lo cierto es que cada secretaria cumple una función muy importante: recepcionistas o asistentes. Los ejecutivos lloran cada vez que su secretaria se enferma, porque tienen que ver como se las arreglan para enviar un fax o revisar los estados de cuenta del año anterior.
Además que algunos de nosotros que somos subordinados, la mayoría de veces ingresamos a la compañía esperando la sonrisa y calurosa bienvenida que nos da esa persona.
Hay todo tipo de secretarias: amables y serias, altas y pequeñas, delgadas y gorditas, rubias y no rubias, con anteojos y sin anteojos. Lo cierto es que todas son personas muy especiales y por esta razón es que la mayoría de personas con las que tratamos son secretarias.
Hay algunos mitos sobre las secretarias que en este momentos desbancaré con un pensamiento: Todos aquellos que piensen que estas chicas son ingenuas, lentas, despistadas o fácilmente impresionables, se tragarán sus palabras; aquellos que también consideren que se pasan todo el día limándose las uñas o maquillándose, están aún más equivocados.
La realidad es que no tienen nada de ingenuas y no se la pasan holgazaneando todo el día. Ya quisiera yo ver a alguien archivando estados de cuenta, enviando faxes, redactando cartas y mails todo el día, revisando la ortografía del jefe, haciendo pedidos, llamadas en conferencia, transferencia de datos, emitiendo facturas, recordando las reuniones de trabajo, citando a clientes o proveedores, actualizando información, sirviendo café (a esos holgazanes que se dicen ser jefes), revisando paquetes recibidos, guardando mensajes específicos para ciertas personas sin equivocar ni un solo datos; y aún así estar en la universidad, cuidar a sus padres y algunas hasta son madres de 2 o más hijos y aún se ven espectaculares.
Y repito nuevamente, no tienen nada de ingenuos o incompetentes.
Personalmente tengo algunas amigas secretarias con quienes comparto mucho más que familiares, amigos de la secundario e incluso del trabajo. Y aprovechando dejo el video de una de las canciones favoritas de una amiga.
¡Feliz día de la secretaria!
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