Hace unos segundos tuve una extraña visión. No es sobre algo que pasará, sino sobre algo que pasó. En un centellar, mi mente voló varios años atrás para recordar una figura que tenía ratos en no pensar con tanta intensidad.
Pareciera que después de un par de años de no rozar la mirada con su rostro, es como si nunca hubiera dejado de estar allí. La sensación de que por más que intentes sobrellevar el recuerdo, siempre aparece para recordarte, no lo mal que lo hiciste, sino los hechos simples, cargados de sentimientos encontrados.
No se como es que alguien puede aparentar que no ocurrieron las cosas, que te borren de tu mente y de todo lo demás para cubrir el rastro que sin duda alguna, aún recorre a su mente, sin dejarle descansar.
En ocasiones cortar por lo sano es la mejor alternativa, pero después de una amputación, aún tu cuerpo pretende que existe el miembro que se ha ido.
Difícil es entender la muerte de los seres amados y queridos, pero otra mucho más complicada es enterrar a aquellos que en vida, dieron a nuestras vida una chispa o un respiro, y que nos entierren como viejas fotos en una capsula del tiempo, esperando a que alguien la desentierre en un basto desierto conocido como "la historia".
Aún no he muerto, ni he sido enterrado. Solo espero.
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