Hay una sola cosa con la que honestamente no puedo pelear, es contra los amantes de la buena música. No es que sea un experto en apreciación musical, pero puedo diferencias el ruido de las buenas canciones.
Un gran privilegio es conocer a grandes intérpretes (como un par de amigos que tengo por allí). Pero aún más fascinante es que compartan contigo esta pasión que les hace ser lo que millones de mediocres buscan hacer a través de videos virales, diciendo groserías y esperando que al mostrar imágenes cargadas de sensualidad y símbolos populares sean reconocidos como tales.
Hay dos clases de personas en este mundo: quienes son música y quienes no. Los primeros que saben apreciar, interpretar, componer y arreglar música; amantes de los clásico de Mozart o disfrutando un solo de Metallica, o bailando al estilo de Junior Wells. Pero otros no.
La mayoría de quienes el gen musical fue suprimido de su sistema, llegan a convertirse en zombies de la música popular o regional y a saber mover el cuerpo, que es otro tema.
Hoy presento a alguien que sé que sabe apreciar la música y como bono extra, puede componer e interpretar. Lo mejor es que es de mi amada patria. Como ella, hay cientos de guatemaltecos que pueden hacerlo y que lo hacen no por el dinero, sino por el amor a la música.
¡¡Os saludo músicos!!
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