¿Recuerdas a ese tipo que conoces, y que siempre parece estar siempre fresco y despreocupado ante la situación cotidiana, y que parece que no se esfuerza para nada en ser tan genuino? Ése es el Patch Adams de tu vida.
Mientras todo mundo en la universidad (y en cualquier otro contexto) parece tomarse las cosas con tanta seriedad (que por supuesto no tienen nada de malo), el "Patch" es el único que parece no preocuparse por eso, y aún así es de los más sobresalientes. Razón suficiente para que la hermosa e inteligente mujer sienta envidia. Y todo mundo sabe lo única que es una mujer con ambas cualidades.
Ese "Patch" no es un genio ni un superhumano. Simplemente disfruta lo que hace. Allí es donde radica su verdadero superpoder: el amor.
Aunque todos erróneamente creamos que "Patch" es el tipo que hace las cosas graciosas y creativas que encantan a todos, el verdadero "Patch" es el individuo que ama incondicionalmente, incluso a quienes parecen tener aversión por su actitud despreocupada, honesta y abierta; o a aquellos que estando heridos no pueden amar.
La increíble fortaleza de los "Patch" se manifiesta cuando la vida muestra su lado cruel y arrebata aquello tan hermoso que ellos aman, para armarles de valor y convicción por hacer del mundo un lugar mejor para todos.
Aunque en mi vida he conocido muchos "Patch", al tratar de nombrar a uno, el nombre que empieza con J es y será siempre más perfecto ejemplo de amor incondicional. Dicho esto, mi ideal desde niño ha sido ser un "Patch Adams" y vivir cada día amando incondicionalmente.
¿Quieres serlo tu también?
Comentarios