¿Recuerdan que hace algunos meses hablaba sobre una pareja de amigos que son fantásticos? Pues, si. Se casaron. Y como buen amigo de los dos hice acto de presencia junto a mi familia para formar parte de ese fenómeno social denominado: boda. Hay momentos en la vida que son inolvidables. Las bodas son una de esas tantas manifestaciones sociales que crean recuerdos en las personas, en especial si eres parte de la familia de los involucrados o (como es mi caso) de alguna u otra forma terminas de amigo de alguno de los novios. ¿Que lecciones trae consigo una boda? Muchas. En primer lugar que ninguna boda es igual a otra. No importa cuanto intentes comparar esta con aquella y si hubo algo bueno o malo, o si mi boda estuvo mejor o peor, o si mejor hubieran hecho esto o aquello, etcétera. Ninguna boda será igual que otra, valga la redundancia. En segundo lugar, tenemos a las personas. Las bodas siempre están llenas de personas: amigos, familiares y colados. Gente que de alguna u ot...
No andaba muerto... solo disfrutando de la vida.